DENTRO DE SI MISMO

DENTRO DE SI MISMO

Una vieja leyenda hindú habla de una época en la cual todos los hombres eran dioses. Pero emplearon mal su divinidad, tanto que Brahma, el maestro de los dioses, decidido quitarles la capacidad divina y ocultarla en un lugar donde sería imposible que la encuentren. Así, el mayor problema era encontrar un escondite.

Cuando convocaron a los dioses de menor importancia para consultar cómo solucionar este problema, propusieron esto: "Enterremos la divinidad del hombre en la tierra. "Pero Brahma contesto: "No, eso no es suficiente, porque el hombre cavará y la encontrará."

Entonces los dioses respondieron: "En ese caso, arrojemos la divinidad en la más profundo de los océanos."

Pero Brahma contestó otra vez: "No, porque tarde o temprano, el hombre explorará las profundidades de todos los océanos, y es cierto que un día la encontrará y la llevará con él a la superficie."

Entonces los dioses de menor importancia concluyeron que: "No sabemos dónde ocultarlo, porque no parece existir en la tierra o en el mar un lugar en donde el hombre no pueda alcanzarla algún día."

Entonces Brahma supo que: "Aquí, lo que vamos a hacer con la divinidad del hombre es: ocultarla en lo más profundo de si mismo, porque este es el único lugar en donde él nunca pensará en buscarla.

Desde ese tiempo, concluye la leyenda, el hombre se volcó hacia la tierra, la exploró, escaló, se sumergió en ella y la cavó, en búsqueda de algo que estaba dentro de sí mismo.>>

(Eric Butterworth, Descubre el poder que hay en ti.)

Piense un momento...

Cuantas mañanas al despertar a usted le hecho falta entusiasmo? Hace cuantos días usted se pregunta " ¿para dónde voy? Será que eso amerita tanto dolor? Cómo salgo de esto? Cómo ser más feliz?

Son preguntas que se le presentaron a mucha gente antes que a usted. Algunos encontraron soluciones o respuestas. Maestros espirituales, terapeutas, sabios, escritores, filósofos, o gente como usted o yo le ayudaremos a:

• Llegar cada vez más lejos con su desarrollo personal.
• Empezar en su vida a despertar, abriendo nuevas puertas hacia el éxito.
• Sentirse más feliz, y más entusiasta.
• Ayudar a sus hijos y a los suyos a encontrar en ellos nuevos recursos.
• Ver cómo los acontecimientos se conectan unos con otros en la dirección de sus objetivos.
• Encontrar soluciones donde otros ven problemas.
• Mejorar su relación con usted mismo y con otros.
• Para sentirse más libre.

Un día, el papa Julio II miraba a Miguel Ángel, uno de los más grandes escultores de todos los tiempos, atormentándose por tallar rápidamente un bloque del mármol.

Él le preguntó "Pero porqué esculpe tan fuertemente? "

Miguel Ángel le contestó "acaso no ve que hay un ángel cautivo en ese trozo de mármol, lo que hago es tratar de liberarlo".

"De hecho los pensamientos de un hombre determinan su vida". Marco Aurelio.

"La preocupación, miedo, ansiedad, pena, traumatismos, complejos, pensamientos obsesivos, problemas, culpabilidad, resentimiento, pesares, incidentes, humillaciones (a veces culturales.. .) y frustraciones (emocionales, físicas, materiales.. .), las fuentes de amargura, acrimonia y los celos: Descubra cómo librarse de estos obstáculos a su creatividad, a su felicidad y a su éxito.

Aquí un extracto:

“Tengo un resentimiento contra... No me gusta pensar en esto por que me duele, me mortifica pero, en verdad, está mucho más presente en mí de lo que quisiera. Cuando algo me sale bien, me amargo pensando en que habría sido mejor si esa persona no me hubiera hecho lo que me hizo. Cuando algo me sale mal, a veces pienso que estoy en esa situación por culpa de esa persona. He tomado o he dejado de tomar decisiones que tal vez me servirán a mí o a los míos, motivado por ese sentimiento. No en pocas ocasiones me he encontrado en mis fantasías evocando dolorosamente y con profunda rabia los hechos, arruinando así momentos de soledad y paz. Otras veces -y no me siento muy orgulloso de esto- he inducido de una manera más o menos sutil a mi familia, a mis hijos, a que compartan ese odio que les es ajeno y que no entienden, y que además, contradice todo lo que les he enseñado…¡cuánto tiempo de mi vida he dedicado a ese dolor que no quiero!…Y, ¿qué es lo que realmente quiero? Que la otra persona, mi agresor, sienta lo que yo siento. Que sufra lo que yo sufro. Y lo que sucede es que, mientras más acentúo mi dolor, más sufro yo y más sufren los míos, y la otra persona…a veces ni se entera o, si se entera, a lo mejor ya tiene demasiado con sus propias penas, con sus propias confusiones, con su propia amargura.

Con Mucho Aprecio