INTRODUCCION
Debemos recordar que cada uno de nosotros somos "ABSOLUTAMENTE RESPONSABLES" de todo lo que sucede en nuestra vida, y que por lo tanto por la lógica no podemos por más que lo intentemos culpar a otros, a Dios o al ¡destino!, de nuestros asuntos personales en todos los campos de la humana actividad; esto es en la familia, en nuestro trabajo, en nuestro dinero, en nuestra relación de pareja, en las alegrías y en las penas. Todo está absolutamente cifrado y creado por nosotros mismos y nuestra actitud interna.
Nunca nos cansaremos en repetir una y otra vez que, SOMOS CREADOS A IMAGEN Y SEMEJANZA DE DIOS y que nuestra mente funciona con perfección completa convirtiéndonos en perfectos creadores y arquitectos de nuestro destino por la ley sagrada del ¡libre albedrío! No en vano la sabiduría popular dice en la jerga de su vocabulario ¡cada uno hace lo que le da la gana!, significando con ello que cada uno es el perfecto artífice de su felicidad y/o de su desgracia.
Un monstruo apocalíptico y destructor perfecto ha sido creado por la personalidad externa del hombre, que ha olvidado su natural conformación, por efecto de la cristalización resultado del exceso de vivencias meramente materialistas. En efecto, el aparente olvido de la existencia del cuerpo mental y del cuerpo de deseos como estructuras reales que permiten además del cuerpo vital y del físico la vivencia del hombre en este plano terrestre, no le exime en absoluto de ser creador del ODIO y del RESENTIMIENTO y de sus lamentables consecuencias el estrés (tan de moda hoy en estos días), la enfermedad, la pobreza, la angustia, el vacío interior y exterior, el desdeño, el desengaño, la angustia, la preocupación, la competencia excesiva, la inconformidad, la desesperación, el suicidio, la muerte.
Sin embargo, así como es posible crear, con más facilidad, por cierto, ¡cosas negativas!, de la misma manera y con cierto grado de dificultad (nada en la vida, ni en el cosmos es GRATIS, todo tiene absolutamente su pago), cambiar completamente la actitud interna y por consiguiente la vida y las vivencias diarias a condiciones de paz, tranquilidad, armonía, abundancia, serenidad, salud, dinero, alegría, la pareja perfecta, trabajo, bienestar, transparencia, vida perfectamente armónica.
Antes de hablar del PERDON, recapacitemos sobre lo antes dicho y además vuelvo a insistir en el hecho que estamos viviendo los INICIOS DE
Por
¿POR QUÉ PERDONAR?
Perdonar es la clave en la solución de todos nuestros problemas, absolutamente de todos nuestros problemas.
Las personas que no pierden la rabia, el rencor, el resentimiento, la culpa y la vergüenza son personas que se estancan emocionalmente y pierden casi en absoluto SU PODER, puesto que estos sentimientos se convierten en estrés y mediante éste el organismo genera una serie de venenos poderosos muy activos que afectan a la salud espiritual, emocional, vital y al último a la física.
Cuando se oye ¡PERDONAR! una buena cantidad de gente se asusta y reacciona inmediatamente diciendo “¿estás loca?”, “Nunca”, “yo, jamás”, “perdonarla después de lo que me ha hecho”, “ojalá pudiera”. Es casi siempre posible, que la sola idea de perdonar en muchas personas produzca una intensificación de los sentimientos de rabia, cólera y rencor. ¡En otras, sin embargo, puede producir y en buena hora así tiene que ser siempre!!, produce alivio inmediato.
¿Por qué esto? Simplemente, porque todos tenemos ideas preconcebidas y por cierto equivocadas sobre el perdón, que van acompañadas de sentimientos que las mantienen arraigadas. Por lo tanto, nuestro concepto del perdón puede provocar dos cosas: o bien nos imposibilita, limitando nuestra capacidad para la claridad y la alegría, o bien animarnos, ofreciéndonos una manera de dejar atrás el pasado y SER LIBRES PARA VIVIR EN PAZ Y FELICIDAD.
ERMC