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SHAMUNABLOG

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Las verdades ocultas por milenios hoy a su alcance


UNA VISIÓN DE LA SERIE AVATAR

Publicado por Rodrigo Miño Colina activado 28 Enero 2023, 12:37pm

No se de donde lo tomé, pero me llegó y para quienes gustan este tipo de aventuras:

Las películas de Avatar muestran un futuro distópico en el que la raza humana ha llegado al sistema estelar de Alfa Centauri, en concreto a una de las lunas del planeta Polifemo, conocida como Pandora, en el que habitan unos humanoides llamados Na´vi. Sin embargo, la verdadera historia de Avatar nos indica que esto podría ser un argumento basado en el pasado, en la verdadera historia de nuestro universo y en la realidad de los que somos, como vamos a analizar en este artículo.

La base de la saga es que los humanos consiguen crear cuerpos biológicos Na´vis, que mezclados con ADN humano, consiguen ser habitados por consciencias o almas humanas. Gracias a la técnica del cuerpo criogenizado, la consciencia humana se transfiere al Avatar Na´vi, lo que permite que los humanos se infiltren en Pandora con cuerpos biológicos nativos. Aquí la película ya nos está mostrando una verdadera realidad: la capacidad que tienen las razas de dimensiones superiores de encarnar en cuerpos biológicos de otras razas, transfiriendo su consciencia o alma. (Aunque los humanos de la película no están en una dimensión superior a los Na´vi, como vamos a analizar a continuación)

De hecho, tal y como analizamos en «la Constitución Septenaria del ser humano» y en «el origen del alma», nuestro propio cuerpo físico es un Avatar, el vehículo que utiliza nuestra alma para poder experienciar la materia, con la diferencia que aquí las encarnaciones se producen después de la fecundación de un embrión humano. El alma entra al cuerpo físico por la glándula pineal a los 49 días de gestación (mencionado en «la mano de Dios» y en «el origen del alma»), mientras que en la película se transfiere la consciencia a un Avatar adulto.

La dimensión espiritual y física de los Na´vi

La gravedad planetaria de Pandora y el peso molecular de los cuerpos físicos Na´vis, más etéricos que el de los humanos, hace a estos seres más ágiles y más altos, hasta 3 metros de altura. Este es un indicativo de que la dimensión física en la que se encuentran los Na´vi es menos densa que la de los humanos.

Además, si atendemos a la conexión espiritual que tienen los Na´vi con la naturaleza y con el alma de su planeta, Eywa, los Na´vi están en una frecuencia vibratoria superior a la humana. Pese a que todavía no han desarrollado tanto la tecnología, su conexión espiritual es un indicativo de la dimensión en la que se encuentran, una dimensión espiritual para la que un alma humana no estaría preparada, el voltaje energético del acoplamiento entre el alma y el cuerpo físico no lo permitiría.

Por eso un alma que vibra más alto como la del protagonista de la película, Jake Sully, encaja tan bien en el Avatar y en Pandora, un humano que llega al planeta de los Na´vi para reemplazar en misión a su hermano gemelo, fallecido un tiempo antes, y con quien comparte los códigos genéticos del Avatar creado para entrar en Pandora. Su conexión con el planeta y con los Na´vi se produce gracias a que su frecuencia vibratoria es superior a la del resto de los humanos, algo que también ocurre con otros protagonistas. Otro mensaje en clave de Avatar, cuanto mayor es tu frecuencia vibratoria, más capacidad tienes de acceder a dimensiones o planos superiores.

Los Na´vi: Una raza élfica

Lo primero que nos llama la atención de los Na´vi es que son una raza élfica. Una vez más, como en Star Trek, una raza élfica protagoniza una saga. Las razas élficas fueron la primera siembra estelar de seres humanos de dimensiones bajas con el Código Kadistu integrado en el ADN, la primera raza con los códigos genéticos micaélicos de dimensiones densas.

No es casualidad que las razas élficas sean tan importantes en las grandes producciones cinematográficas. La memoria celular codificada en nuestro ADN, hace que en muchas ocasiones tengamos recuerdos sobre vidas pasadas y sobre la verdadera historia del universo. Probablemente sea el caso del director de Avatar, James Cameron, autor también de otras sagas cinematográficas como Terminator o Alien, producciones que también muestran ciertos recuerdos sobre inteligencia artificial, cíborgs, máquinas del tiempo, aliens o colonias espaciales.

También es posible que James Cameron sea un encarnado en misión para tratar de mostrar al mundo parte de la historia y de la verdadera realidad, pero debido al control del poder oculto (mencionado en «El siguiente paso de la humanidad, el plan del poder oculto y la revolución espiritual»), tiene que encriptar estos mensajes que estamos analizando en sus producciones.

Los primeros humanos élficos fueron creados en la constelación de Lyra en la estrella de Vega, y debido al Código Kadistu, comenzaron a ser depredados por los imperios galácticos reptilianos (por su evolución anterior a la de estos humanos habían desarrollado mejor tecnología). Esto dió origen a las Guerras de Orión y a la posterior creación de la Confederación.

Avatar y la verdadera historia

La idea que se muestra en Avatar coincide con esta historia, los Na´vi son una raza élfica con una capacidad espiritual propia de las razas micaélicas, y su planeta es invadido por una raza negativa a la que no le importa destruir el planeta por un mineral, el inobtanio, o como hemos visto en Avatar 2, por un líquido extraído de la glándula pineal de las ballenas de Pandora que hace a los humanos inmortales.

Una de las informaciones que nos han dado Semillas Estelares, es que cuando comenzó el proyecto de las razas micaélicas, en dimensiones más altas, antes que los humanos élficos, las razas cetáceas fueron una de las primeras razas que acoplaron el Código Kadistu en su ADN. Y que sean justo los cetáceos de Pandora los que proporcionan esta inmortalidad a los humanos desde su glándula pineal, es otra verdadera realidad que nos está mostrando Avatar, la búsqueda del Código Kadistu por parte de las razas negativas del universo local de Nebadón.

El origen de las guerras estelares

El Código Kadistu, hace que las razas tengan la capacidad de cocrear en el universo de materia, y además este código genético, ofrece la capacidad de combinar la evolución física y la ascensión álmica. Cuando el proyecto de Micah se bajó a dimensiones más densas con las razas élficas, donde habitaban muchas de las razas negativas y estancadas en su evolución creadas por Anhotak, éstas tuvieron acceso al Código Kadistu, y comenzaron a perseguirlo, dando origen a las primeras guerras galácticas.

Las razas creadas por Anhotak que no tenían los códigos micaélicos, querían ahora esos códigos genéticos. Estas razas pensaban que el Código Kadistu les daría un poder absoluto, y que gracias a ello podrían acceder a planos superiores, y así podrían mantener su hegemonía y su control en el Universo de Nebadón. Esta es la clave de todas las guerras galácticas que han ocurrido en este sector del universo y la base sobre la que se creó la Confederación Galáctica de Mundos Libres en Asistencia a Planetas en Evolución.

Y esta es otra de las razones por las que la película no nos puede estar mostrando un hipotético futuro. Si la raza humana tuviera la capacidad de llegar a otro planeta habitado y establecer contacto con una raza nativa como ocurre en Avatar, la Confederación Galáctica en ningún caso permitiría que se violase la Ley del Libre Albedrío como ocurre en la película.

Control mental en Avatar

El argumento y la puesta en escena de Avatar insiste una y otra vez en tratar de mostrar a los humanos como una raza negativa y destructora. Sin embargo, esta es otra de las estrategias de control mental del gobierno secreto: Tratar de mostrar siempre a los humanos como responsables de toda la destrucción, lo que provoca en el inconsciente colectivo que una gran parte de la masa social se odie incluso a sí misma por ser humana.

Esta es una estrategia que vemos constantemente en todas las estructuras controladas por las grandes corporaciones, como medios de comunicación, organizaciones políticas y otros movimientos. Nos hacen responsables de destruir nuestro propio planeta, cuando son ellos los que provocan todos los problemas.

Son las organizaciones del gobierno oculto las que expolian nuestros recursos, las que vierten tóxicos a nuestros ríos, las que arrasan nuestros bosques, o las que tratan de modificar el clima contaminando los cielos y nuestra salud. La humanidad en su mayoría no es responsable de lo que provocan todas estas grandes corporaciones, y sin embargo, la sociedad en general acepta inconscientemente su culpabilidad.

Esto es algo que también vemos en Avatar, corporaciones privadas que destruyen Pandora por sus propios intereses personales y económicos, como ocurre en nuestro planeta. Estas grandes corporaciones no representan a la humanidad, y protagonistas de la película como Jake Sully, algunos militares, y la mayoría de científicos, se dan cuenta de lo que está sucediendo y se levantan contra esta aberración.

Un símil de lo que va a ocurrir en nuestro planeta cuando se alcance un mínimo de personas despiertas y conscientes de la verdadera realidad, el fin del control del gobierno secreto y el inicio de una nueva humanidad, la base del siguiente paso en nuestra evolución, que va a ser el salto cuántico a la quinta dimensión de consciencia…

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