ESTE ES EL MOMENTO

ESTE ES EL MOMENTO

En el más profundo rincón de nuestros corazones, sabíamos siempre que este tiempo vendría. Las religiones del mundo y las profecías a través de las edades han hablado acerca de estos “tiempos finales”. Lo que la humanidad está experimentando ahora ha sido referido una y otra vez en escrituras antiguas varias como “tiempo de rechinar y de crujir de dientes”. A pesar de esa ominosa descripción, todos nosotros nos ofrecimos a estar aquí para este proceso de cambio.

La pregunta es, porqué deberíamos nosotros sujetarnos a tales dolores y sufrimientos?. Por qué acordaríamos estar en cuerpo físico durante la mayoría del tiempo de cambios en la evolución de éste planeta?. Bien, la respuesta es clara. Nos ofrecimos a estar en la Tierra en este tiempo porque nos mostraron la figura completa.

En tal revelación, nosotros vimos el resultado final de nuestros esfuerzos en este tiempo de vida. Vimos cómo será la vida en este planeta después de que los obsoletos patrones de comportamiento de la conciencia caída de la Humanidad fueron eliminados y todas las malas-creaciones humanas fueron transmutadas en luz. Con ese conocimiento sagrado, supimos a través de cada fibra de nuestros Seres que no importa lo que tuviéramos que soportar en el proceso, ya que iba a valer la pena cada parte de él.

Nos mostraron la NUEVA TIERRA en todo su esplendor. Fuimos testigos de la Humanidad viviendo con el conocimiento de la UNIDAD de toda vida. En ésta NUEVA TIERRA, cada alma reconoce y reverencia la Divinidad dentro de cada alma y en cada partícula de vida. Las personas trabajan juntas para encontrar soluciones viables que reflejen la bondad más alta en lo que concierne a cada situación. Experiencias ganar-ganar son alcanzadas en cada discusión. La NUEVA TIERRA trasciende todas las enfermedades que ahora existen en el Planeta. Felicidad exquisita, amor, abundancia, salud, alegría, paz, sabiduría, brillantez y todo otro aspecto de Nuestro Padre-Madre está a la orden del día, en la NUEVA TIERRA.

Esta no es, sin embargo, la única razón por la que nosotros hemos hecho el sacrificio de encarnar en la Tierra durante este momento sin precedentes. A través de nuestra Presencia YO SOY, hemos sido muy cuidadosos de las Leyes Universales que gobiernan la evolución de los Hijos e Hijas de Dios. Conocimos que para que alguna cosa se manifieste en el plano físico, debe ser pedido a través de la alternativa del libre albedrío de alguien que ya exista en el plano físico.

Con este conocimiento interno, entendimos claramente que para nosotros transformar la Tierra y toda su vida en la infinita perfección de la NUEVA TIERRA, debemos ser parte del plano físico. Esto es lo que significa “Dios necesita un cuerpo”.

Sin importar cuánto nuestro PADRE-MADRE DIOS y la Compañía-del-cielo nos quieran ayudar para salir de la horrible situación que hemos creado, ellos no interferirán con nuestro libre albedrío. Pero una vez que levantemos nuestras cabezas sobre el charco de lodo de nuestras malas-creaciones humanas y pidamos la intervención divina, las compuertas del cielo se abrirán en respuesta a nuestras sinceras plegarias.

Para que los Hijos e Hijas de Dios transmuten las malas-creaciones humanas que hemos deliberadamente o inadvertidamente creado durante nuestra estadía Terrestre, debemos invocar la Luz de Dios y proyectar esa Luz a través de la Divinidad en nuestros corazones hacia lo que sea que estemos esforzándonos por transmutar.

Nuestro Padre-Madre Dios nos reveló los milagros que estaríamos habilitados para que se completen en la encarnación en la Tierra, juntando fuerzas con otros trabajadores-de-la-luz. Nos mostraron que los esfuerzos unificados de los trabajadores-de-la-Luz encarnados y la Compañía-del-cielo tienen la habilidad de mover Cielo y Tierra. Juntos podemos acelerar enormemente la transmutación de la negatividad reinante. Con claridad entendimos, sin reservas, que somos capaces de ayudar a la Humanidad y a toda vida en este planeta a través de los tumultuosos tiempos finales en cuestión de meses no de años.

Con este conocimiento cada uno de nosotros, por voluntad propia, respondió al llamado del corazón de nuestra Presencia Yo Soy y nosotros mismos desinteresadamente nos ofrecimos a encarnar en la Tierra. El intento Divino de nuestra misión es ayudar a la rápida transmutación de las mal-creaciones de la Humanidad y a invocar la Luz-de-Dios para que se expandan los patrones de perfección para la nueva Tierra en el plano físico.

Somos UNO con TODA VIDA. Esto significa que cada partícula de Vida en la Tierra es interdependiente, interrelacionado e interconectado. Lo que afecta a una parte de Vida afecta a toda Vida. “Si YO SOY levantado, TODA VIDA es levantada conmigo”. El hecho de que somos UNO permite a cada uno de nosotros servir como subrogados a favor de cada hombre, mujer y niño de este planeta. Realmente somos cuidadores de nuestros hermanos y hermanas.

Donde quiera que hubiere una demostración monumental de desinteresado AMOR DIVINO por los Hijos e Hijas de Dios, nuestros Padres Dios equilibran nuestros esfuerzos con concesiones adicionales de Luz. En éste caso, una Dispensación cósmica fue concedida a la Compañía-del-cielo para que dé permiso a los Seres de Luz en los Reinos-de-verdad-Iluminada para que a través del velo encontrarnos una solución intermedia. Como resultado de este regalo de Divina Gracia, estamos recibiendo más ayuda de Lo Alto como nunca antes ha sido concedida a los Hijos de Dios en toda la creación.

Estamos en la mitad de la más intensa limpieza que la Humanidad haya experimentado. Este evento nos está catapultando hacia La Luz y las personas en todo lugar están empezando a despertar. SUS Presencia YO SOY está tomando el dominio de sus pensamientos, palabras, acciones y sentimientos. La gente, en masa, está iniciando a recordar quienes eran y porqué ellos están aquí.

Cuando nuestro despertar ocurra, recordaremos nuestro propósito y razón de ser. Entonces nuestra Presencia YO SOY magnetizará para nosotros información y todo lo demás que necesitemos para ayudarnos a completar nuestra parte del Plan Divino en desarrollo. Escuchamos los requerimientos internos de nuestro corazón y caeremos en cuenta en eso de que ESTE ES NUESTRO MOMENTO. Entendemos que este momento es la culminación de todo lo que hemos estado preparando, de todo lo que acordamos completar para nosotros mismo y la Humanidad antes de esta encarnación, de todo lo que acordamos hacer para ayudar a este bendito Planeta y toda su Vida dentro de los patrones de Perfección de la Nueva Tierra.

Mi experiencia ha sido que aun con este conocimiento interno, despertando gente, a menudo oyen la palabra Trabajadores De Luz y sienten que el término se refiere a alguien más. Creen que un Trabajador-Luz puede ser alguien especial, alguien que es más adepto y que ellos están de parte de la Humanidad al invocar la Luz de Dios. Mucha veces este malentendido evita que la gente tome las acciones que ellos son capaces de tomar y que estén confiados ellos mismos lo suficiente para hacer lo que sus corazones sean motivados de hacer.

Durante este auspicioso momento de la Tierra, toda persona del planeta es capaz de ser un trabajador–de-la-luz. Conocer que no es por oportunidad que su Presencia Yo Soy ha magnetizado su información en la esfera de su conciencia. Usted está leyendo estas palabras porque usted es un trabajador-de-luz!. Por favor ponga esta información en su corazón-de-corazones y pregunte a su Presencia Yo Soy cuál es su parte en esta vital e importante faceta del Plan Divino en desarrollo.